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Medicina Estética,  Tratamientos

Sobrepeso, estrías y demás…¡Ay mamá!

Tengo que reconocer que no he sido una especial seguidora de Eurovisión, pero en un momento de frío y con este lío de virus instalado en nuestras vidas, la selección final de la canción representante de España se convirtió en una buena opción de noche de sofá y mantita. Sorprendida por el buen nivel y la diversidad de temas finalistas me divirtió especialmente Rigoberta Bandini con Ay Mamá. La letra es un continuo elogio a la mujer y a la madre. La puesta en escena un desafío a lo politicamente correcto, fantástico.

En la vida de muchas mujeres, genéticamente determinadas, lo mejor que nos ha pasado, y me incluyo, es que la naturaleza nos concediera el título de mamá. Independiente de lo maravilloso y para toda la vida que conlleva el título en cuestión, el embarazo, el parto, sea vaginal o por cesárea, y la lactancia dejan sus secuelas en la anatomía materna.

Una secuela es el sobrepeso. Durante el embarazo se promueve una reserva de grasa para formar la leche de la que se alimentará el bebé. Si se interrumpe la lactancia por cualquier causa no se utilizará esa reserva y el cuerpo de la madre tendrá mayor acúmulo de grasa. Si se ha ganado más peso por otra razón, también será difícil eliminarla. En general se desaconseja dieta restrictiva mientras dure la lactancia para que la producción de leche se mantenga. Pasado este periodo los kilos de más deben eliminarse con dieta, preferiblemente una dieta con suficiente aporte proteico para evitar la flacidez de los tejidos.

Si han aparecido estrías lo ideal es tratarlas mientras estén rojas, tienen mayor posibilidades de regeneración que cuando tornan nacaradas. El láser, la inyección de factores de crecimiento, hialurónico y peeling permiten diseñar una estrategia de tratamiento.

La flacidez abdominal debida a la distensión del tejido mejora con ejercicio pero en ocasiones no es suficiente. La inyección de sustancias reafirmantes, la colocación de hilos tensores y el láser Génesis ayudan a la recuperación del abdomen.

Las mamas se vacían en el tercio superior por lo que se muestran descolgadas. Con el tiempo suelen recuperan pero pueden colocarse hilos para mejorar su aspecto. Si el descolgamiento es importante, tanto en el abdomen como en las mamas, recurriremos a la cirugía.

Las hormonas son responsables de una hiperpigmentación facial conocida como Cloasma, o Paño del embarazo. Al restituirse el nivel hormonal suele desaparecer pero puede permanecer y ya hablamos de Melasma. Se trata de una hiperpigmentación crónica que varía en zonas faciales pero más frecuente en frente, mejillas y sobre el labio superior. Precisa una despigmentación inicial, con peeling o inyección de despigmentantes y un mantenimiento posterior con aplicación continua de inhibidores de la formación de melanina como el ácido tranexámico y alta protección solar diaria de aplicación frecuente.

Para la recuperación del suelo pélvico son muy efectivos los ejercicios indicados para ello. Si los genitales externos se han dañado pueden reconstituirse con ácido hialurónico.

 Si el parto ha sido por cesárea la cicatriz puede convertirse en un problema, según sea hipertrófica o atrófica se inyectan fármacos para disminuir el queloide o  factores para regenerar el tejido. El láser es aliado en ambos casos.

Es muy probable que durmáis insuficientemente, en plural, todos los implicados. Si aparecen ojeras las trataremos, con carboxiterapia, láser o rellenos según sea el origen de la ojera. Es muy habitual tener aspecto cansado, el tratamiento de la ojera y también del tercio medio facial, la zona del pómulo, corrige el hundimiento de la zona.

Si además sonríes el aspecto será magnífico. No te olvides de ti misma.

Ay Mamá